Los dispositivos móviles se están volviendo esenciales en la vida cotidiana de las personas. Pero, ¿qué está pasando con la integración de éstos en la educación?. A pesar del progreso de adaptación tecnológica en el que se han visto inmersas muchas entidades educativas en los últimos años, todavía existen muchas escuelas que no permiten la utilización de teléfonos móviles ni dispositivos similares en el aula.
Al negarnos a utilizar los teléfonos móviles, nos estamos negando también a aceptar los recursos pedagógicos de soporte a la educación que nos ofrecen. Los móviles nos proporcionan un sinfín de posibles aplicaciones que pueden servir como herramientas de apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. ¿Por qué no aprovecharlas? A su vez, al aceptarlos en nuestras aulas, potenciamos el proceso de aprendizaje de los alumnos y les introducimos en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
El aceptar su utilización en el ámbito escolar puede suponer un gran desafío para los docentes. Además, si contamos con que las escuelas faciliten estos recursos a sus alumnos desde el mismo centro, el coste de éstos supone un factor de suma importancia. Así pues, algunos centros escolares pueden no estar en condiciones de ofrecer móviles a todos los alumnos, por ello surge el movimiento BYOD – Bring Your Own Device – trae tu propio dispositivo. Esto se puede interpretar como una manera de democratizar el proceso, considerando que la mayoría de los niños de 12 a 17 años, en especial los adolescentes más grandes, ya tienen teléfonos móviles.
Los educadores tienden a considerar los dispositivos móviles como una distracción del aprendizaje. Este pensamiento supone una limitación en el desarrollo y el aprendizaje de los estudiantes. Así pues, es importante saber que el proceso de incorporación de las nuevas tecnologías en el aula implica, a su vez, un radical cambio en el paradigma educativo con el objetivo de modificar la visión de los profesores hacia el uso de las TIC y poder avanzar en su inclusión. En definitiva, la tecnología debe ayudar a que los estudiantes conecten con el mundo más allá de las aulas.
Para que la integración de dichos dispositivos sea exitosa, las actividades a realizar deberán basarse en materiales de aprendizaje que potencien la comunicación, refuercen contenidos trabajados en clase, potencien la interacción en el aula, permitan a los alumnos analizar y crear contenidos y ofrezcan feedback inmediato entre profesores y estudiantes.
Éstos son algunos ejemplos de aplicaciones educativas para tablets y móvil que se pueden integrar en el aula:
- Edmodo: plataforma tecnológica, social, educativa y gratuita, que permite la comunicación entre los alumnos y los profesores en un entorno privado. Ha sido creada para un uso específico en educación. Proporciona al docente un espacio virtual privado en el que poder compartir mensajes, archivos, enlaces, calendario de aula, así como proponer tareas y actividades y gestionarlas.
- Duolingo: sitio web y proyecto social destinado al aprendizaje gratuito de idiomas. El servicio está diseñado de tal forma que a medida que el usuario avanza en su aprendizaje, ayuda a traducir páginas web y otros documentos. De esta forma se consigue que sea una plataforma gratuita en la que ambas partes salen beneficiadas.
- Scratched: permite a los alumnos de todas las edades crear juegos y animaciones, y adquirir dominio de habilidades informáticas y matemáticas.
- Kahoot: aplicación móvil interactiva y gratuita que permite la creación de cuestionarios de evaluación. Es una herramienta mediante la cual el profesor crea concursos en el aula donde los alumnos son los concursantes. La idea es que el alumno aprenda jugando dentro del aula para que la experiencia de aprendizaje sea más motivadora.
- Prezi: programa de presentaciones para explorar y compartir ideas. Permite integrar texto, imágenes y vídeos, entre otros. La presentación se guarda en la nube y puede ser compartida con varios usuarios que la modifiquen a la vez.
- Google APPS (Drive, Gmail, Calendar…): Los documentos pueden editarse en grupo y compartirse. Los calendarios pueden sincronizarse de modo que los alumnos estén todos en la misma página a la hora de organizar. Los maestros y los alumnos pueden hacer una copia de seguridad de las planificaciones, las notas y otros materiales de las clases.
- Dropbox: plataforma de alojamiento de archivos multimedia en la nube. El servicio permite a los usuarios almacenar y sincronizar archivos en línea y compartir archivos y carpetas con otros usuarios.
- Socrative: similar al Kahoot, se trata de un sistema de respuesta inteligente con el que el profesor puede lanzar preguntas a las que los alumnos deberán responder a tiempo real desde sus dispositivos.
- Evernote: plataforma donde los alumnos pueden guardar sus apuntes y reunir fuentes para sus proyectos. Toda información puede compartirse con sus maestros y compañeros de clase.
- Twitter: red de información que, utilizada de manera educativa, permite a los usuarios compartir sus pensamientos, inquietudes, enlaces, fotos y vídeos.